Recuerdo de pequeño cuando recibí mi primer balón de futbol. Para aquel entonces no era común tener estos balones de cuero. Me crecí en la escuela jugando con pelotas de trapos. Tener un balón que casi nadie tendría en el barrio era para gritarlo a los cuatro vientos.
Las buenas noticias se comparten, se celebran junto a los seres amados, amigos, compañeros del camino. Te imaginas sacarte una foto y obtener un autógrafo de tu artista favorito, pasarías hablando el resto del año de tu experiencia.
Tener un encuentro espiritual con la presencia del que habito entre los hombres, dejando su trono, se hizo hombre, se encarnó, vivió entre una humanidad alejada de su creador. Nadie puede seguir su camino al encontrarse con Jesús, el buen pastor.
No podemos hablar a quién no hemos conocido y experimentado. Si conoces y tienes una relación con Jesucristo no tienes opción en tu vida, hablaras mas de Cristo cada día. Muchos les cuesta caminar en obediencia y están en busca de una fe barata, sin esfuerzos, sin compromisos. Hoy se escucha cuanto cuesta caminar en obediencia; espera…esto tiene solución; cuanto más amo a Cristo a través de una relación diaria, la obediencia será resultado de tu gratitud por quién te salvo y transformó.
Caminar con Jesús sacudirá tu interior, replanteará tu existencia, te dará un propósito más grande en tu vida. Acercarte a Jesús no cuesta nada, y ganas mucho. Solo debes tener en cuenta que el resultado de tener una intimidad, una relación tan cercana, no te dejará quieto, el resultado será hablar más de Cristo.
Escrito por:
José Millalonco