Hablar más de Cristo
Recuerdo de pequeño cuando recibí mi primer balón de futbol. Para aquel entonces no era común tener estos balones de cuero. Me crecí en la escuela jugando con pelotas de trapos. Tener un balón que casi nadie tendría en el barrio era para gritarlo a los cuatro vientos. Las buenas noticias se comparten, se celebran …